Sabíamos
que había nevado mucho, pero nosotros teníamos una ruta preparada y a por ella,
para abandonar siempre hay tiempo. En Velilla ya había bien de nieve y -8º así
que nos refugiamos en nuestro bar para dar cuenta del bizcocho que nos había
hecho Rocío
Después nos cogimos la carretera de los pantanos y nos encaminamos
para Cardaño de Arriba, al llegar a Puente Agudín menos mal que conocemos el
camino, porque lo que es ver los carteles estaba complicado.