martes, 1 de mayo de 2018

Espigüete

Hay días que los sueños están rodeados de misterio desde el primer fotograma de la película, el embalse de Camporredondo le puso magia a la mañana.

Cardaño de Abajo parecía el pueblo donde se desarrollarían los acontecimientos, pero yo esperaba que se levantara el telón para que empezara la película de verdad, como no empezaba decidí seguir…


Nada más montarme en la furgo se abrió el telón, no hice la foto que quería, pero me quedé con la boca abierta, su majestad el Espigüete se desnudó para mí.

Había quedado con un amigo para subir el corredor Norte pero como no vino decidí hacer la arista Este.

El primer tramo tiene un desnivel muy fuerte, pero al no tener nieve se progresaba muy bien, con la mirada puesta en la cima.

Las laderas de la cara Noreste están repletas de nieve.

El embalse de Camporredondo como en las buenas primaveras, hace de espejo para que se mire el cielo.

A pesar de la cantidad de nieve, por la arista se caminaba bastante cómodo.

El Curavacas  ya me estaba mirando, y yo a él… no nos quitamos ojo.

El Zeru me ayudaba a abrir huella en la nieve por la arista.

Luego me imita, para descansar hace como que mira el paisaje.

El día era genial, fresco, pero un gran día para hacer montaña, y el Espigüete estaba para comérselo de bonito.

Subimos hasta un alto que el mapa dice 2272 m. y comprobamos que las llambrias que dan acceso a la cumbre Este tienen una buena capa de nieve blanda que no nos garantiza aguante suficiente.

Faltaban 170 m. para alcanzar la cumbre Este, pero la decisión fue no intentar algo que tenía pinta de salir mal. El Zeru no lo entendía, siempre subimos hasta que no se puede subir mas…

Hay días que la cumbre está en saber darse la vuelta y mirar la senda de bajada como el verdadero éxito y no como un fracaso.

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