Las montañas en enero están preciosas y las carreteras en algunas
zonas exigen mucha precaución, no hace falta quedarse en casa, solo poner todos
los medios para evitar problemas y a disfrutar.
Hay carreteras con menos problemas, pero no pasan por aquí. Contemplar
el Espigüete cuando pasas por Besande es una debilidad y si encima se pone el
traje de nubes de cielo mágico, es cautivador.