domingo, 28 de junio de 2015

Hoyo Muerto

En Junio del 2014 estuve con Dani en el Callejo del Rebeco y de paso vimos estos trozos de la placa del desgraciado accidente del 16 de Abril de 1957 en el que fallecieron tres montañeros palentinos de la famosa cordada de “Los Faquires”
Hicimos la foto y quedaron allí, más abajo encontramos por el nevero algún trozo más que recogimos y colocamos junto a una piedra para que la nieve no se los llevara.
En la charla de Tente Lagunilla sobre la historia del Curavacas dijo que la querían reconstruir y me sentí convocado.

Ayer no tenía ningún plan, nuestro Grupo está de vacaciones, pero un montañero no descansa y pensé que el Hoyo Muerto me reclamaba. El collado del Hospital me recibe con esta preciosa vista de la Sierra de Peñalabra.

domingo, 21 de junio de 2015

Ferrata de La Hermida

Hacía ya mucho tiempo que me sonaban las tripas de ganas de hacer esta ferrata, pero quería venir con buena compañía y no se arreglaba. 
Desayunamos en Sotres y recogimos a la carrera, vamos que nos la quitan… y aquí estamos todos preparados.

En el sendero de aproximación hay una alegoría para los miedicas, o no sigas, o coge el trozo que necesites… Algún crac.

sábado, 20 de junio de 2015

La Morra de Lechugales

Sotres a las siete de la mañana amanecía como una postal, como siempre, pero cantaba el gallo, a lo lejos se escuchaban los cencerros de las vacas, trinaban infinidad de pájaros y había un mar de flores que en olorosas olas rompía ante mí.
Esta vez la vieja postal no era un sueño, estábamos aquí.

Después de desayunar bien, como siempre en estas tierras, cogimos los coches para subir al Jito de Escarandi, donde comenzamos nuestra ruta.

Con la fresca de la mañana cogimos la pista que lleva al Casetón de Andara, sin prisa, tenemos por delante uno de los días más largos del año.

sábado, 6 de junio de 2015

El Cervunal y el pico de La Cruz

Teníamos muchas ganas de volver al Mampodre, así que nos presentamos en Maraña. Nada más llegar la campana tocaba arrebato, nos pusimos las botas a la carrera, las mochilas y yo dudo si alguien puso bien el GPS.

Pero no importaba, creíamos que sabíamos lo que queríamos, así que nos cogimos el camino que remonta el reguero Mampodre y para arriba.

En poco tiempo habíamos puesto tierra de por medio, Maraña se iba quedando en el valle al abrigo de Peña La Hoguera, y la campana dejó de sonar…